LIBROS SAPIENCIALES
Después de un largo periodo de inactividad🕒 ¡estamos de vuelta!
Esta vez con una recopilación de las principales ideas, comentarios y notas sobre los libros del antiguo testamento, en esta oportunidad, un acercamiento a los libros sapienciales. 📚📙📘📗
LIBROS SAPIENCIALES
En las diferentes partes en las que se dividen las Sagradas Escrituras, ya sea por orden cronológico o formas literarias encontramos que, luego de los libros históricos siguen, en el Canon del Antiguo Testamento, el grupo de los libros sapienciales (denominados así por su amplio contenido espiritual que evoca a la sabiduría), conformado por los libros de: Job, Proverbios, Eclesiastés, Eclesiástico y Sabiduría
Las enseñanzas e instrucciones que Dios nos ofrece en estos libros, forman lo que en el Antiguo Testamento se denomina como sabiduría. Ésta no es concebida como aquella virtud de tener muchos conocimientos sobre las ciencias y las demás disciplinas, sino como el fundamento de la piedad, del temor de ofender a Dios, en conjunto con la practica asidua y correcta de los mandamientos de la ley del Señor, ayudarían al pueblo de Dios a que vivir de tal modo que pudieran practicar las lecciones sobre la forma en la que se ha de comprender la vida y la manera en que hay que comportarse para tener éxito y alcanzar la felicidad, fructificar para la vida misma y la de sus semejantes.
Las formas en las que se expresan dichos conocimientos en los libros sapienciales, se hacen bajo formas poéticas, que evocan a la reflexión, mediante la figura literaria del proverbio, que ciertamente viene del conocimiento de la realidad cotidiana del ser humano y cuya forma lingüística ayuda retener y a tener un impacto en la transmisión de la información que el autor sagrado, inspirado por Dios desea dar a conocer para que el hombre las medite y las ponga en práctica.
📚A continuación destacaremos algunos aspectos importantes de estos 5 libros:
📃PROVERBIOS
El libro de los Proverbios es el más típico de la literatura sapiencial y el más popular. Su escritura data aproximadamente del 500 a.C. en la época de la monarquía, compuesto después del destierro, alrededor del siglo IV a. C. El prólogo se caracteriza por contener poemas sapienciales amplios en los que un padre (maestro) amonesta a su hijo o en los que habla la sabiduría personificada recomendándose a sí misma, o siendo confrontada con la estupidez. que incluye dos colecciones de proverbios atribuidos al rey Salomón (10-20; 25-29).
Su composición poética es en forma de dístico, con paralelismos antitéticos o sintéticos hasta una larga estrofa de diez líneas con su un amplio; su estilo se asemeja a las colecciones de máximas egipcias y mesopotámicas. Este libro planta un agudo análisis, conducido bajo el signo de la práctica y del sentido común, fundado en la experiencia, propone todo un arte de vivir, que el necio vicioso despreciará para su daño, mas el sabio virtuoso lo atesorará para su bien (1).
La sabiduría aparece en todos los momentos y lugares: plazas públicas, en las puertas de la ciudad, llamando a gritos a las almas sencillas y a los pecadores (1, 20-33; 8, 1-11). Otras veces es matrona hospitalaria, que convida a todos los hombres a su morada suntuosa (9, 1-16). Finalmente, ella recita su propio elogio (8, 1-21), gloriándose de su intimidad con Dios, que la engendró desde la eternidad y la tomó por colaboradora en la creación (8, 22-31).
Este libro parece una respuesta a los problemas educativos de la juventud, y exhorta a los jóvenes a preparase para ser miembros sabios y responsables en el mundo.
El título de «Libro de Job» le viene por su protagonista. Se trata de un hombre íntegro, cuya historia se sitúa en la ciudad de Us, ubicada al sur de Edom, que sufre grandes reveses en sus posesiones, en su familia y en su propia salud. Encontramos que este libro está escrito en dos formas literarias, una parte en prosa, y otra en verso. El libro ofrece una reflexión sobre el llamado justo sufriente y ofrece claves para entender los sufrimientos que precisa el hombre en toda su vida, bajo la Voluntad de Dios.
- El sufrimiento no es siempre consecuencia del pecado.
- Dios premia a quien se mantiene fiel en la prueba.
El segundo libro de los llamados libros sapienciales es el del Eclesiastés. En las enseñanzas de este libro se busca entender el sentido de la vida, mediante los aprendizajes que se obtienen afrontando las situaciones cotidianas con una actitud serena. Este libro viene situado a continuación del libro de los proverbios.
Podemos decir que el tratado de este libro es tiene una concepción bastante optimista, ya que es consciente de las limitaciones de la razón humana, y que exhorta al hombre a no desanimarse ante las adversidades de la vida, a que obtenga el mayor provecho de ellas, a que sirva a Dios en los días de la juventud, sin esperar a que llegue la vejez cuando falten las fuerzas.
1. La primera parte nos ofrece reflexiones en torno a la vanidad: "La sabiduría es vanidad (Ecl. 1,3-6,12)". Esta afirmación se hace a partir de la demostración de que, de acuerdo con lo que se observa en la naturaleza, parece que todo es un continuo devenir cíclico en el que no se puede esperar nada nuevo (Qohélet 1,3-11). Seguidamente, se aduce la experiencia para mostrar que es en vano emprender cualquiera de los diversos caminos que ordinariamente se presentan en la vida para buscar la sabiduría , mediante el tiempo, la vida social o el dinero.
"¡Vanidad de vanidades! - dice Cohélet -, ¡vanidad de vanidades, todo es vanidad!
2. La segunda parte nos ofrece una serie de reflexiones sobre la vida ante diversas situaciones: El destino, los gobernantes, la muerte y a sabiduría misma.
Teniendo en cuenta los géneros literarios empleados en la antigüedad, hoy se ve con cierta claridad que el autor de este libro usa el género llamado «diatriba». Ésta consiste en presentar personajes ficticios que exponen sus opiniones; el autor se identifica con algunos de ellos al mismo tiempo que va presentando las opiniones contrarias a las suyas, sin ofrecer indicaciones claras acerca de a quien corresponden las distintas afirmaciones. De ahí que no siempre es fácil deducir qué está tomado del ambiente y qué se ha de considerar afirmación propia del autor (1).
La conciencia de la vanidad de la vida y de las acciones humanas, expresada con tanta fuerza por Qohélet, es asumida en profundidad en el nuevo testamento por san Pablo cuando enseña que el hombre no puede justificarse por sus obras, sino por la gracia que recibe de Dios. Frente a la impotencia de la capacidad humana para entender el sentido último de la vida, el Apóstol afirma que en Jesucristo se nos ha dado toda sabiduría e inteligencia, revelándonos el Misterio de la voluntad de Dios Padre (cf. Ef 1,7-9).
📖 ECLESIÁSTICO (Sirácides - Sirácida)
Este libro aborda diversos temas de la sabiduría sin un temario estructurado. Fue escrito originalmente en hebreo hacia el año 190-180 a.C. por fue compuesto originalmente en hebreo, se le conoce también como La Sabiduría de Jesús Ben Sirá o La Instrucción de Ben Sirác, pero es a partir del siglo III que se hace frecuente llamarlo «Eclesiástico», quizá por el uso que se hacía de él en la Iglesia para la instrucción de catecúmenos o neófitos (1). Gracias a los datos que nos ofrece el Prólogo al libro es posible situar con bastante precisión el tiempo y lugar de su autor: «Jesús, hijo de Sirac, hijo de Elea- zar, de Jerusalén» (cf. Si 50,29b) (2). También es fácil ubicar a su nieto, el traductor griego, de nombre desconocido. Éste dice haber llegado a Egipto y haberse establecido allí (probablemente en Alejandría) el año 38 del reinado de Evergetes en el 132 a. C.
Existen diferencias en torno a este libro, ya que no es reconocido como parte de la Biblia por los judíos, ni por los protestantes; en algunas versiones esta ubicado como el ultimo libro sapiencial y en otras, como en la Biblia de Jerusalén (2), se encuentra en el cuarto lugar y antes de la sabiduría.
El libro puede dividirse en varias partes, en la cuales se plantea sobre el origen divino de la Sabiduría (Si 1,1-2,23).
1. La primera parte es: ¿de dónde viene la sabiduría? Y la respuesta es clara desde el principio: «Toda sabiduría procede del Señor y está eternamente con él» (Si 1,1). No hay otro principio que el único Dios: «Uno sólo es sabio» (Si 1,8). Él creó todas las cosas y «ha infundido la sabiduría en todas sus obras» (Si 1,10). Por lo tanto, la observación y estudio de la naturaleza y del hombre es camino para descubrirla. (1)
Ben Sirac expresa desde el inicio: «si deseas la sabiduría, guarda los mandamientos, así el Señor te la concederá» (Si 1,33). Es decir que el ser humano alcanzará la felicidad y la sabiduría si se ajusta a las normas que el Señor le ha marcado a través de los mandamiento de la Ley. La actitud lógica de quien está abierto a recibir la sabiduría es el respeto agradecido que se debe al Creador y que se manifiesta en lo que la tradición de Israel llama «el temor del Señor». Esa expresión no se refiera a tener miedo a Dios, sino a la actitud religiosa que corresponde al hombre ante ese Dios que se ocupa de él con tanta solicitud (1).
2. Segunda Parte: Dios infundió la sabiduría en sus obras. (Si 16,24-23,38) haciendo referencia a la sabiduría en la creación (Si 16,24-18,14). Es decir al crear sus obras, Dios las dispuso en un orden establecido para siempre con un propósito "Todo lo hizo bien" (cf. Si 16,30b y Gn 1,4.10.12.18.21.25.31)
3. Tercera Parte: Dios: concede la sabiduría a quien guarda los mandamientos. La Sabiduría se ha expresado en lenguaje humano en la Ley. Muchos autores ven en el capítulo 24 el centro del libro, ya que en estos versículos se hallan los textos más ricos de la obra de Ben Sirac. Se trata de un elogio de la Sabiduría que reúnen aspectos sapienciales, cultuales y legales que configuran la tradición religiosa de Israel.
4. Cuarta Parte: La plenitud de la sabiduría es temer al Señor (Si 32,18-42,14) El que «teme al Señor» no es engreído ni se considera capacitado para descubrir por sí mismo toda la verdad, sino que sabe contar con el parecer de los demás y se rige por los mandamientos de la Ley.
5. Quinta Parte: La lección de las generaciones pasadas (Si 42,15-50,31, 43,37) Aquí se invita al lector a contemplar las obras de Dios, hechas con sabiduría y a recordar a los hombres ilustres de la historia de Israel en los que brilló la sabiduría (Si 44,1-50,31). El recorrido de esta contemplación empieza con Henoc (cf. Si 44,16 y Gen 5,24) y llega hasta el
El libro concluye con unos párrafos sobre la majestad y magnanimidad de Dios desde la pequeñez del hombre (Si 18,1-14). Dios podría no tener en cuenta al hombre, ni para bien ni para mal. Es esta una típica cuestión sapiencial para enfatizar la benevolencia y misericordia de Dios hacia la criatura humana.
💡SABIDURIA
Este libro recoge el legado de la fe en el Dios único y de la tradición sapiencial de Israel y lo expone en moldes culturales helenísticos. Desde ahí aporta una concepción antropológica que le permite dar una nueva solución al tema de la retribución afirmando la inmortalidad del hombre y expone la historia de Israel como manifestación de la sabiduría que ha conducido al pueblo elegido a adorar al verdadero Dios frente a la idolatría imperante. Las afirmaciones del libro sobre el origen, naturaleza y función de la sabiduría resuenan en el Nuevo Testamento cuando se enseña el origen eterno del Verbo, su divinidad y su función en la historia al hacerse hombre.
Este libro fue escrito en griego, en Alejandría, entre el año 100 y el 30 a.C., por un desconocido que asume, como Cohelet, la personalidad de Salomón. Lo separan, pues, del Eclesiástico por lo menos 100 años, durante los cuales floreció la literatura escatológica con sus revelaciones sobre la vida de ultratumba, que explican la principal diferencia entre el último sapiencial y los libros anteriores de este género. El libro de la Sabiduría (del mismo modo que Eclesiástico) no se encuentra en la Biblia hebrea. Un elemento que pudo influir es que Sabiduría fue escrito originalmente en griego (1). El libro se divide en tres partes:
1. La primera parte (1-5): es una larga 'contraposición entre el justo y el impío, destinado el uno a la vida sin fin, y el otro a la muerte. Con ello se da respuesta al misterio de la retribución.
2. La segunda parte (6-9): es un elogio de la sabiduría, fuente de todo bien.
3. Y la tercera (10-19):es un recuerdo de las grandes gestas de la sabiduría y de Dios en la historia del pueblo escogido y especialmente de la liberación de la servidumbre en Egipto.
Aunque el libro no da referencias que identifiquen con alguna precisión el momento de su composición, se ubica después del 200 a. C., Al mismo tiempo, el libro tuvo que componerse con anterioridad a las Cartas de san Pablo, ya que éste parece conocerlo (cf. Rm 1,8-32 y Ef 6,11-17). La mayoría de los estudiosos se inclinan por la segunda mitad del siglo I a. C. El libro fue originariamente escrito en el griego común de las personas cultas de las ciudades.
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